Holy Rollers - un documental ganador de premios sobre los contadores de cartas cristianos 18.01.2012

Noticias de Blackjack

Todos vivimos en un mundo diverso habitado por personas de distintos orígenes étnicos y socioeconómicos, que practican diferentes religiones (o no practican) y que tienen puntos de vista diferentes sobre la manera correcta de vivir la vida.

El cristianismo siempre ha sostenido una postura firme en contra de las apuestas y se esperaba que los verdaderos creyentes resistieran la emoción tentadora que ofrece el casino y que no estuvieran cegados por las luces de las máquinas tragaperras - algunos creían que eran una manifestación del demonio que trataba de alejar a los creyentes de la palabra de Dios -.

Ahora un nuevo documental realizado en 2011 ha sorprendido tanto a los cinéfilos como a los críticos. Retrata una idea rara en la cual estos dos mundos separados de cristianismo y apuestas parecen chocar de la manera más fascinante. La película ha ganado varios premios en los festivales internacionales.

“Holy Rollers: The True Story of Card Counting Christians” narra la historia de un grupo de cristianos evangélicos de treinta años que ocupan puestos respetables en su comunidad en Seattle y entre ellos se incluye a un pastor, líderes de la iglesia y feligreses comunes y corrientes de su iglesia.

La mayor parte de los miembros de la comunidad lucha por mantener a sus familias, pero siguen dedicándole tiempo a las actividades relacionadas con la iglesia. Dos miembros de la comunidad, que están en contra de las apuestas y demonizan a la industria de los casinos, deciden aprender a contar cartas en el blackjack.

Luego les enseñan a los otros miembros de la comunidad y los envían a jugar al blackjack en pequeños grupos a los casinos de todo Estados Unidos para ganar dinero. Los equipos usan disfraces elaborados para que no se les detecte y arroje de los casinos. El dinero que han ganado es para mantener a sus familias en su comunidad empobrecida.

El grupo no cree que su actividad de conteo de cartas, juego en equipo y uso de disfraces no sea tramposa y dado que los casinos son el demonio, se lo merecen. Por supuesto, los operadores de casinos tienen un punto de vista diferente y prohíben la entrada a los miembros del grupo cuando los pillan.

Luego de una racha de buena suerte de seis meses, el equipo comienza a perder. Los miembros del grupo que tenían sus ahorros e hipotecas invertidos en el equipo, comienzan a retirarse. El grupo comienza a expandirse más allá de los miembros de la iglesia y comienza a aparecer la codicia y la sospecha.